De pequeño soñaba,
en la noche me tumbaba,
sobre la hierba las veía
ante mí me cantaban...
las estrellas cobraban vida.
Ahora ya todo ha cambiado,
las estrellas ya no gritan sus historias,
aprendimos a nombrar a sus fantasmas...
ya solo quiero volver a mis sueños,
y solo, atento poder escuchar:
sueños que se pintaban,
deseos que yo sabia cantar;
la magia de las cosas sin nombre
a las que nadie supo nombrar.