Es peor tener tiempo y despreciarlo a no tenerlo y apreciarlo.
Prueba a coger una moneda, ve con ella siempre encima
y ojalá la tengas aprecio y no caigas en el nadie me la quitará
por que puede que llegué el día en el que tengas hambre
buscarás en el bolsillo y de no saber apreciarla se habrá caído
y quien sabe si volverás a tenerla.